Encantador lugar para desconectar en un entorno natural impresionante y rodeado de montañas.

cerca de espacios verdes y senderos para disfrutar

mi estancia fue muy agradable gracias a la tranquilidad de estar rodeado de vegetación y la proximidad a lugares icónicos como la parroquia de Sant Llorenç, que está a menos de un kilómetro, y el bello mirador de la Creu del Codo, ideal para una caminata por la naturaleza.

la habitación era un poco oscura y, para ser honesta, me faltó un gancho para chaquetas. ni un estante para mis cosas. ¿qué pasa con esa atención al detalle? además, esperaba un gesto de cortesía, como un upgrade de habitación, pero claro, eso es demasiado pedir. no sé, casi escribí una buena reseña, pero no pude.

La comida es excelente, con productos de calidad. La habitación era un poco oscura, pero acogedora. Ideal para hacer senderismo en la región.

El ambiente tranquilo y la cercanía a rutas de senderismo son ideales para los amantes de la naturaleza. No te pierdas las vistas desde la terraza.

Habitaciones amplias y bien decoradas.

La atención al detalle dejó mucho que desear. La mampara de la ducha es corta y no evita que se moje el suelo, algo incómodo. Además, el colchón estaba un poco deformado y la cama no era del todo cómoda para dos personas. La decoración intentaba ser rústica, pero no era acogedora, y la comida, aunque buena, tenía porciones muy pequeñas y su precio era elevado. No recomendaria esto a otros.

Hazme caso, luego me lo agradecerás

Un lugar encantador donde el amor por la música y la gastronomía se vive en cada rincón. Disfruté de un fino concierto de piano y violín en un ambiente familiar. La comida es una delicia y el desayuno, un festín con productos locales. Ideal para desconectar en un entorno natural impresionante.

Rincón tranquilo rodeado de natureza. Comodidade nas habitacións e comida caseira deliciosa. Perfecto para desconectar, especialmente cos queiros de música en directo que organizan os sabados. O trato foi excepcional, como estar na casa da familia.

Este lugar me queda perfecto, ofrece wi-fi, restaurante y un excelente servicio de atención. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó con las maletas. Sin duda, volveré un par de días más.

Monegal es como un refugio de montaña, donde cada desayuno sabe a un abrazo de abuela, con vistas impresionantes que hacen que el café sepa aún mejor. La habitación era tan acogedora que me sentí como en casa, con un baño espacioso que invitaba a largas duchas. El entorno natural es como un cuadro pintado por un artista, ideal para recargar energías tras hacer senderismo en los alrededores.

Faltan ganchos

La habitación era acogedora y con una cama muy cómoda, me encantó la terraza con vistas al bosque, ¡increíble para leer! El baño era enorme, con una ducha de buena presión. Además, la atención del personal, especialmente de Patricia, fue excepcional, siempre atentos. Solo echo de menos un par de ganchos para colgar chaquetas, pero en general, fue una estancia muy agradable.

puedo recomendar este hotel a todos for una salida de fin de semana

Acogedora habitación, amable trato, el servicio destaca por la atención cercana de la familia que lo gestiona, además, el desayuno es variado y se puede pedir más si deseas, lo que hace que la estancia sea aún más placentera.

Todo ha ido perfecto

El Monegal es un lugar encantador con habitaciones amplias y decoradas con buen gusto. La atención de la familia que lo gestiona es excepcional, siempre pendiente de cualquier detalle. La comida es excelente, con productos de calidad y elaborada con cariño. Ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad del entorno.

Faltan zonas comunes para relajarse dentro del hotel.